Por Juan José López
FCP.-Al igual que muchos artesanos de Quintana Roo, doña Bernardina Aké Barzón busca por sus propios medios mercado para sus adornos y obtener algo de dinero para el sustento familiar.
Habitante de la comunidad de Kopchén, municipio de Felipe Carrillo Puerto, no recuerda cuándo decidió unirse a un grupo de cuatro amas de casa para desarrollar sus ideas.
Pero para ellas lo más fácil es hacer sus artesanías, lo difícil es buscar dónde venderlas.
Es por ello que viviendo toda una odisea en compañía de una de sus nietas sale periódicamente de su comunidad hacia los destinos turísticos de Quintana Roo.
De Kopchén viaja a Felipe Carrillo Puerto y de la cabecera municipal hacia Tulum, donde confía en que le reciban sus trabajos elaborados en bejuco.
Puntual, el autobús Mayab llega a la terminal de la cabecera municipal, el cual aborda doña Bernardina con la ilusión de que en Tulum le reciban y paguen sus manualidades.
En esta ocasión, mi desconocimiento en el idioma maya me es un impedimento para entrevistar adecuadamente a doña Bernardina, quien entiende muy poco español y yo no entiendo nada de maya.