Chetumal.-Un cortocircuito en las instalaciones eléctricas que no cumplen con las medidas de seguridad respectivas fue la causa de un incendio al interior de una bodega de la empresa Lolys Company en la Zona Libre de Belice que ocasionó pérdidas millonarias por la quema de miles de productos de importación.
Como suele pasar en este tipo de incidentes, las autoridades de la Zona Libre de Belice trataron de impedir el ingreso de los cuerpos de auxilio de Chetumal, como los bomberos y ambulancias que acudieron a proporcionar apoyo; todo esto para evitar que el incidente trascendiera, incluso los medios de información fueron retenidos para que no difundieran el incendio que causó terror en el “Paraíso Fiscal”.
Esta bodega ubicada en la plaza P&P del recinto fiscal tenía en su interior miles de productos que provienen de países como China, Taiwán e Indonesia y que serían vendidos en la Zona Libre en los siguientes días, por lo que las pérdidas fueron estimadas en casi 2 millones de dólares.
Aunque no hubo reportes de víctimas o lesionados, este incendio pone nuevamente en duda la seguridad del “Paraíso Fiscal” debido a la falta de equipo para atender estos accidentes así como la cantidad de centros de distribución de gasolina que existe en el lugar y lo inflamable de la mayoría de los productos que allí se venden y almacenan.
Fueron más de tres horas que el equipo de bomberos de la Zona Libre de Belice estuvo combatiendo el incendio que debido a los artículos que contenía la bodega (que afortunadamente está apartada de los demás negocios) resultó complicado de apagar y pese a que los “traga humos” de Chetumal acudieron a proporcionar su apoyo, no pudieron ingresar al lugar cuando iniciaba el fuego porque fueron retenidos en la entrada principal, pero al final por la necesidad les fue solicitado su apoyo.
Tampoco fue permitido el acceso de los medios de comunicación debidamente acreditados y solamente algunos que pasaron desapercibidos pudieron ingresar; también los elementos de seguridad y de la policía de Belice intentaba retirar a los curiosos que desde lejos tomaban video o fotografías desde su teléfono celular o tableta para que no se diera a conocer este hecho que causó temor entre los propietarios de negocios y empleados de la Zona, la cual estuvo cerrada desde el inicio de la conflagración.