Por: Jesús Amador
Chetumal.- Quizá mejor oportunidad no se le vuelva a presentar al Secretario de Gobierno, Arturo Contreras Castillo, para acaparar los reflectores de la política quintanarroense – los cuales desde hace varios años ha buscado desesperadamente tener-, ahora que el gobernador Carlos Joaquín tendrá que guardar reposo obligado por contagiarse del Covid-19.
Es una regla no escrita, pero cuando menos en los anteriores gobiernos de Quintana Roo, el mal llamado «vicegobernador», es decir, el secretario de gobierno, era el encargado de dirigir la administración estatal a falta del titular del Ejecutivo.
Ante tal tesitura, presumimos que el encargado de la política interna, Arturo Contreras, desde hoy debió tomar las riendas y guiar los destinos de la administración estatal.
Sí en verdad el citado Chetumaleño quiere ser tomando en cuenta como un político de primer nivel y mantener vivas sus esperanzas de gobernar Quintana Roo, ahora es el momento para demuéstrales a propios y extraños, a seguidores e incrédulos, que cuenta con la capacidad y experiencia para hacerlo.
Porque resulta impensable construir una carrera política o alcanzar grandes cosas sumido en la mediocridad del ausentismo o desde la comodidad de sus oficinas.