Chetumal.-A 100 días de su arribo al Gobierno del Estado, la administración de Carlos Joaquín González ha marcado la intención de hacer las cosas diferentes en favor de la sociedad, pero no se han aterrizado los cambios que los quintanarroenses esperan ansiosos.
Si bien recibieron un estado en números rojos y con daños en todas y cada una de las áreas de gobierno, es urgente el cambio inmediato y con resultados palpables a los ojos de la ciudadanía, que los proyectos sean notables.
De entrada es urgente dejar atrás los discursos acusadores para echar a andar verdaderamente la mano de la justicia, ya que Carlos Joaquín y su equipo se están tardando mucho para actuar en contra de ex funcionarios y del propio Roberto Borge Angulo, a fin de que no quede en la impunidad el catastrófico daño económico orquestado contra Quintana Roo y su población.
Carlos Joaquín ha navegado sus primeros 100 días, que se cumplen este martes 3 de enero, en medio de un ola de exigencias e inconformidades que se agudizaron el último mes de año con sendas manifestaciones y redes sociales tapizadas de inconformidades, ante su incomprendida y poco notable estrategia de hacer gobierno.
Es urgente que el actual Mandatario demuestre que no es un personaje improvisado en la política y que su paso por la Presidencia Municipal de Solidaridad, la Diputación Federal y la Subsecretaría de Turismo a nivel nacional, sirvieron de algo para dar garantía de cambio a las y los quintanarroenses.
Los primeros golpes que se dieron a través del Congreso del Estado para revertir el paquete de impunidad no son suficientes, mucho menos cuando la acción legislativa llegó acompañada de más carga financiera como en el caso del Impuesto Sobre la Adquisición de Bienes Inmuebles (Isabi) y de un nuevo cobro al hospedaje para el municipio de Solidaridad.
Mucho bien le haría al gobernador Carlos Joaquín la aparición de él y su equipo de colaboradores en espacios informativos y de opinión, para aclarar la serie de dudas que giran en torno de la ciudadanía, sobre todo de los procesos penales iniciados en contra de quienes tanto dañaron a la Entidad con su manto de corrupción.
Porque hoy, en sus primeros 100 días, Carlos Joaquín tiene por obligación y compromiso entregar los primeros resultados tangibles, y nada de eso se aprecia en actual panorama.
Tanto él como sus más cercanos colaboradores, prometieron también llevar a cabo en el transcurso de los primeros 100 días un cambio estructural en las diversas dependencias y organismos del Gobierno del Estado, como la separación y/o fusión de algunas de estas, y a la fecha es algo que sólo ha quedado en el discurso.
Lejos de las acciones emprendidas en materia de mejoramiento de la imagen urbana como bacheo y pavimentación de calles, no hay obra pública anunciada en este primer tramo recorrido por el gobernador Carlos Joaquín González, y ese es otro tema que preocupa a los habitantes de Quintana Roo.
Faltará ver pues si los primeros 100 días, fueron simple ejercicio de calentamiento para la nueva administración estatal para dar paso al cambio generalizado que la sociedad quintanarroense espera, o simple y sencillamente será la tónica de trabajo que se mantendrá hasta el fin de un sexenio que se antojaba halagador.