Por Mario Castillo Rodríguez
Chetumal.-La veda de 5 años impuesta desde el 2012 para el caracol rosado ha sido por demás inútil dado que a la fecha el molusco sigue siendo comercializado en forma ilegal, vendiéndose incluso de manera abierta en la gran mayoría de los restaurantes de la zona sur de Quintana Roo, así como en otros puntos de la entidad.
De acuerdo a cooperativistas del ramo pesquero, esta veda de nada ha servido ya que lejos de la preservación de la especie, la demanda de ésta sigue latente al grado de que para muchos resulta más rentable la pesca furtiva y la comercialización ilegal, que son la principal amenaza.
De acuerdo a cifras proporcionadas por José Manuel Cárdenas Magaña, subdelegado de Pesca de la Conapesca en Quintana Roo, son cerca de 2 toneladas las que se explotan al mes de este codiciado producto de mar.
Asimismo, insistió en que “la veda si ha funcionado” ya que estudios del Instituto Nacional de Pesca hablan de un aumento de biomasa del caracol rosado –por ejemplo- en Banco Chinchorro, en un punto 4 por ciento por metro cuadrado.
Cárdenas Magaña aseguró que el trabajo coordinado con las autoridades y demás instancias de gobierno federal involucradas, ha permitido la desarticulación de bandas dedicadas a la pesca furtiva del molusco, señalando que a la fecha son solo dos las que se tiene identificadas de más de 15 que hasta hace algunos años operaban en la zona sur del estado, particularmente en Mahahual, Xcalak y Banco Chinchorro.
No obstante, para aquellos que habitamos en la capital del estado, es muy común encontrar personas que de manera sorpresiva ofrecen a la venta el caracol, y a precios “accesibles” (120 pesos el kilo), lo que confirma una explotación indiscriminada aún y cuando la prohibición culmina hasta el 2017.
Y en este sentido, el Subdelegado de Pesca refirió que posterior a esta veda se harán estudios en los siguientes años para considerar los tiempos de captura, así como los tiempos que serán impuestas futuras privaciones, y que podrían incluso disminuir entre los dos o tres años.