Por Malixpek
Como en la película del Rey León, estos dos personajes se conocieron por casualidad cuando ambos merodeaban la selva política de Félix González Canto. Gabriel Mendicuti como el mecenas, con el dinero en la mano y “amigos” para financiar campañas. Raymundo King, con la ambición del mozo ávido de llegar a la “gran piedra en forma roca”.
Aunque a diferencia de Timón y Pumba, nuestros personajes de la vida real, no tienen como lema el «Hakuna Matat»a, sino, su lema es “¡Al abordaje!”.
Ambos personajes pactaron su proyecto corto, mediano y largo plazo, y en función de ese pacto, ambos en su ambición desmedida, han dejado claro que nos les interesa más que el poder por el poder.
Raymundo King de la Rosa, al lado de Mendicuti manejaron la coordinación de campaña de Roberto Borge Angulo, cooptando todas las posiciones políticas y cerrando los espacios a los non gratos y ajenos a su mancuerna.
En esa campaña, a Raymundo se le atribuye el error garrafal en la toma de protesta de Borge en el estadio Nachan Ka’an, donde miles de quintanarroense llevados para respaldar al candidato, sufrieron insolación por más de 6 horas, lo que mereció una severa reprimenda de Beatriz Paredes Rangel otrora dirigente nacional del PRI.
Su cercanía con Félix González Canto -quizá el ex gobernador más rico de Quintana Roo a costa del erario- permitió antes a Raymundo ser Director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio, donde no se descartan movimientos inmobiliarios que le valieron los subsiguientes premios políticos.
Gracias a ese respaldo político, Raymundo primero ocupó cargos menores y finalmente fue ungido como presidente del PRI y más tarde, como candidato a diputado federal.
La relación política entre Raymundo y Mendicuti se fortalece cuando tienen que combatir a un enemigo común: Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien después de declinar frente a Borge, ingresa a la campaña del ahora gobernador como coordinador y vínculo con los candidatos a diputados. Timón y Pumba nunca lo aceptaron.
Al concluir la campaña, ambos se dedicaron a intentar tomar por asalto la mayor cantidad de posiciones en el gabinete. Se decían los hombres fuertes del gobierno entrante. Raymundo se veía Procurador y Mendicuti, Secretario de Gobierno.
Pero pudo más la mano de Félix que acomodó al primer círculo de secretarios de Borge y la dupla tuvo que conformarse.
Raymundo pudo colarse al primer círculo de Borge gracias a la venta de un proyecto de activismo político encabezado por “El Pelón” José Luis González, a quien se le atribuye muchos incidentes sucios especialmente en Cancún.
Todo había marchado bien para Timón y Pumba. La vida pintaba color de rosa. Gabriel ya es secretario de gobierno y Raymundo, diputado federal.
Incluso les salió a la excelencia el pacto para que Raymundo fuera el coordinador de campaña de Paul Carrillo; de hecho, le ganaron la mano a Fabián Vallado Fernández (esa es otra historia). Ambos presidieron personalmente las reuniones de coordinación política en el municipio de Benito Juárez durante esa campaña.
Y cuando todo iba mejor que nunca, ah que la china hilaria. A Mendicuti se le sale de control de pronto un tema con el que, como en muchas otras ocasiones, pretendía arrodillar de nuevo a su Jefe, pues coincidentemente, Borge no ha salido de una crisis cuando entra en otra.
Eso, quizá se le podía permitir al ex secretario de Gobierno, Luis González Flores; se le atribuía por su edad y por sus affaires, al ser tocado por el índice de cupido y renacer al amor; pero con Mendicuti, sólo se entiende como parte de una estrategia de sometimiento.
Mendicuti pierde el control del movimiento Magisterial y se quiere hacer a un lado para que la quemazón le caiga a Sara Latife Ruiz Chávez. Hasta hoy, ni Mendicuti ni Sara han salido bien librados.
El movimiento magisterial sigue peor que nunca, los bloqueos a vías de comunicación son constantes, la toma de instalaciones permanente, las marchas casi diarias y los niños ya van a perder dos meses de clases.
Mendicuti, como Secretario de Gobierno no ha podido solucionar el conflicto; más bien, no lo ha querido solucionar, por el contrario, de vez en vez azuza el fuego a través del multi defenestrado Carlos Bibiano Villa Castillo.
En paralelo, Timón, perdón, Raymundo, desbocado en la carrera, no mete una pata, sino todas y se va en banda con la reforma hacendaria. Traiciona a su pueblo, traiciona a su gente votando a favor de la homologación del impuesto al 16 por ciento en Quintana Roo.
Pero lo que es peor, un día después sale acusando que lo obligaron a votar por su bancada y pide que no satanicen su postura ¿¿¿Ba’ax???.
A casi tres años de este gobierno, cuando entramos en un año que sería de definiciones, a Mendicuti y a Raymundo, ahora sí les puede salir tiro por la culata.
La escalerita que han estado armando con Emir y Orlando Bellos en Lázaro Cárdenas, el “Pelón” José Luis González en Cancún; con Mauricio Góngora en Solidaridad; con Juan y Germán Parra en Morelos, con Gabriel Carballo y Valfre en Carrillo y con Andrés Ruiz Morcillo en Othón P. Blanco, se puede caer.
Ambos saben que están en la cornisa, cerca del precipicio, y para llegar a la Gran Piedra en forma de Roca todavía les falta un trecho.
En la caricatura, cuando timón y pumba se reconocieron, dejaron bien claro los términos de su relación.
-¡Soy tu cerdo!
-Tu y yo, yo y tu, ¡veo a un gran socio!.
-Uhh, ¿amigos?
-Wow, tranquilo compañero. Es algo como, uhm, conocidos.
-Uhhh ahhh, bueno así se inicia…
-Venga esa pezuña… ¡conocido!.
¿En ese tramo que falta para llegar, seguirán juntos?.
Felipe Carrillo Puerto, Q Roo. Octubre de 2013