La campaña proselitista en Quintana Roo ha llegado a la mitad y la percepción para elegir al próximo gobernador se mantiene como empezó: El priísta Mauricio Góngora sigue encabezando las preferencias, seguido del aliancista Carlos Joaquín y no muy lejano figura el candidato de Morena, José Luis Pech Varguez. En las presidencias municipales y diputaciones locales se están rompiendo los pronósticos.
Aun con grandes dificultades, el candidato de la alianza “Somos Quintana Roo, integrada por el PRI-PVE y PANAL, Góngora Escalante, superó los nubarrones que tuvo frente a él en el inicio del proceso electoral y mediante concertaciones logró negociar con los grupos de poder al interior del tricolor quienes cerraron filas en torno a su candidatura, a tal grado que hasta la semana pasada tres prestigiosas casas encuestadoras lo colocan como el candidato mejor posicionado.
Hoy en día Mauricio Góngora tiene a su disposición toda la estructura priista en los once municipios, cuenta con los cuadros políticos, militantes y simpatizantes del Partido Verde y de la estructura de Nueva Alianza.
En contra parte, el candidato de la alianza UNE, integrada por el PAN-PRD, Carlos Joaquín González ha disminuido la intensidad de su campaña que arrancó a tambor batiente desde el primer día de marzo y que únicamente logró mantener con la misma velocidad hasta los primeros días de abril, fecha en que su artificial estructura electoral comenzó a desbaratarse ante la falta del pago económico que le prometieron cada quincena.
Además del incumplimiento económico, la postulación de candidatos con poco carisma, arraigo y comprometidos con el proyecto están contribuyendo a la debacle de la campaña de Carlos Joaquín, sin tomar en cuenta, la inefectiva campaña de su equipo cercano.
Atrás de Mauricio Góngora y Carlos Joaquín, aparece el Moreno José Luis Pech Varguez quien paso a paso avanza. El doctor está consciente que los momios no lo favorecen para ganar el proceso electoral, pero es lo menos para el hombre que aprovecha la oportunidad para convencer a la mayor cantidad de quintanarroenses, aun cuando en sus hombros carga la enorme presión de los “azules-amarillos” para que decline a favor de Carlos Joaquín, acción, según él, no lo hará.
En lo que refiere a las candidaturas a las presidencias municipales, el candidato de la alianza UNE en Othón P. Blanco, Luis Torres Llanes ha logrado sumar más adeptos en esta primera mitad a tal grado de lucir como favorito para imponerse a la priista Arlet Molgora Glover quien tendrá que meter el acelerador a fondo en esta recta final si en verdad aspira en ocupar el lugar que ahora ocupa Eduardo Espinosa Abuxapqui.
En Bacalar la pelea se centra entre el candidato del PT, Mauricio Morales Beiza contra el de la alianza “Somos Quintana Roo”, Alexander Zetina Aguiluz, ya que la candidata de la alianza UNE (PAN-PRD) no pinta ni da color.
Otro municipio que se encuentra de pronósticos reservados es José María Morelos, donde cualquiera de los tres candidatos: José Dolores Baladez (PRI-PVE-PANAL), Domingo Flota (PAN-PRD) y Pedro Pérez (PES) puede obtener la victoria en la recta final del proceso electoral.
Similar situación se vive en el municipio de Benito Juárez (Cancún), donde en la actualidad las preferencias electorales son para Gregorio Sánchez Martínez del PES, seguido muy de cerca por el candidato del PRI-PVE-PANAL, Remberto Estrada Barba y del aliancista (PAN-PRD), Julián Ricalde Magaña.
La candidata del PAN-PRD en Cozumel, Perla Tun es la única de la alianza opositora al sistema que ha logrado mantener la preferencia electoral que trae a su favor desde hace meses y sólo una catástrofe o mega evolución de Gina Ruíz (PRI-PVE-PANAL) podría arruinar su unción como la próxima presidenta municipal de la Isla de las Golondrinas.
Los municipios antes citados, sumando al de Solidaridad, donde el príista Filiberto Martínez Méndez obtendrá un holgado triunfo, son las regiones donde se definirá al triunfador de la gubernatura, motivo por el cual todos los candidatos han enfocado su campaña en OPB, Bacalar, José María Morelos, Solidaridad, Cozumel y Cancún.