*Autoridades de Salud y Fiscalización Municipal se hacen de la vista gorda
*Violentan normativas del ayuntamiento capitalino a escasos metros de Palacio Municipal
Por Mario Castillo Rodríguez
Chetumal.-La venta de los llamados productos chatarra a las afueras de los planteles escolares sigue siendo una constante que amenaza la salud de los estudiantes del municipio capitalino, sin que las autoridades correspondientes tomen las medidas necesarias para prevenir enfermedades gastrointestinales, entre otras como la obesidad y la salmonelosis, que surgen al consumir esta clase de alimentos con elevados niveles de calorías y de dudosa procedencia.
Chicharrones, palomitas, platanitos, y toda clase de frituras así como dulces, frutas y verduras procesadas al aire libre sin las medidas adecuadas de higiene; son parte de la oferta que los vendedores ambulantes tienen para el alumnado capitalino a las afueras de las escuelas aún y cuando los reglamentos de la SEP y las instancias de salud –municipal y estatal-, prohíben la comercialización de este tipo de productos que son toda una amenaza para la salud, incluso de personas adultas.
Cabe destacar que desde el día 10 de enero de 2011, entraron en vigor los lineamientos establecidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), para el Expendio o Distribución de Alimentos o Bebidas, que prohíbe la venta de comida con altos niveles calóricos (productos chatarra) dentro de las escuelas públicas y particulares de nivel básico de todo el país; mismos que establecen un perímetro al exterior de los planteles que prohibía la venta de productos chatarra y/o poco confiables para la salud de los estudiantes.
Estos lineamientos tienen como objetivo promover que en los establecimientos de consumo escolar se preparen y/o expendan alimentos y bebidas que promuevan una alimentación correcta, con el fin de encaminar esfuerzos y acciones para que en las entidades federativas se regule, de manera coordinada y unificada, la operación de este tipo de establecimientos a fin de constituir normas claras sobre el tipo de productos que se recomienda elaborar, expender o distribuir en las escuelas. Todo lo anterior en base al “Programa de Acción en el contexto escolar. Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad”.
Ahora bien, los propios lineamientos municipales establecen que los vendedores ambulantes deben estar a no menos de 50 metros de las escuelas, cosa que evidentemente jamás se ha cumplido y la imagen no nos deja mentir.
No obstante, para la dirección de Desarrollo Social Municipal, a cargo de José Ismael Caamal Osorio, que tiene bajo su cargo la Coordinación de Salud, misma que está encabezada por José Pérez Ramírez; esta normatividad no es más que letra muerta ya que este tipo de prácticas que ponen en riesgo la salud de los estudiantes capitalinos siguen siendo una constante, y presuntamente al amparo de esta dirección ya que Caamal Osorio está muy familiarizado con eso de las mochadas, pues no hay que pasar por alto que cuando estuvo hace ya algunos en el Departamento de Regulación Sanitaria de la SESA, lo despidieron por extorsionar a empresarios; principalmente a los dueños de bares de Cancún, ciudad donde hacía de las suyas a diestra y siniestra.
Ni que decir de la Dirección de Fiscalización, Reglamento y Vía Pública del municipio capitalino, que de igual manera se hace de la vista gorda ante este tipo de irregularidades que violentan la normativa establecida.
La actitud de cerrazón asumida por el director de esta dependencia municipal, Héctor Benítez Cuellar, deja en evidencia su poca capacidad de respuesta para atender esta problemática social y de salud que hoy nos aqueja a todos los capitalinos, aún y cuando él mismo declaró ante los medios de comunicación que “no se tolerarán abusos de ningún inspector”, cuando todo lo antes expuesto tiene cara de ‘arreglos bajo la mesa’ con los vendedores ambulantes para continuar comercializando sus productos chatarra a las afueras de los planteles educativos, aún y cuando estos se encuentren a escasos metras del propio Palacio Municipal.