Por Jaime Castilla Martín
¡¡Lo del César al César…!! Y Don César Ismael Rosado Moguel ante el llamado del Creador ayer, hoy y siempre tendrá el reconocimiento de quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo, de convivir, de trabajar, de ser gente cercana, de ser su familia, de hasta aquellos que les dio envidia como él proveía de todo y para todos, según en el rango que les haya tocado la suerte de tener contacto con él.
Administrador en varias instituciones del gobierno; ahí quienes tuvieron la oportunidad de trabajar de manera directa o indirecta por cuestiones propias de su labor, hoy se manifiestan en las redes y lo ejemplifican como una persona recta, inquebrantable, honesto y sobre de todas las lealtades.
El periodista Elder Vega Martínez en una entrega en su muro, expone… «Como servidor público, desde la Dirección Administrativa el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, hasta la de la Secretaría de Desarrollo Económico, César jamás dejó abiertas las arcas que se le confiaron. Fue centinela de las mismas. Siempre se erigió en fiscal de todo aquél que le entregaba recursos para gastos por comprobar por encomiendas gubernamentales.
En mi paso como periodista por el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, a finales de los 80´s, durante la gestión como director de Rosendo Leal Sánchez (+), fui víctima de la severidad con la que exigía rendición de cuentas.
César nunca tuvo más bandera política que la de la institucionalidad. Le intoxicaba siempre el futurismo político y la única vez que se vio en conflicto en ese terreno, a finales del sexenio del Licenciado Joaquín Hendricks Díaz, supo manejar pública pero diestramente el deseo que había contenido muy en sus adentros:
El de ver en la Gubernatura a un amigo en común en la senda de la vida y de la familia, al Ingeniero Francisco Javier Díaz Carvajal, al cual le fue leal hasta el último respiro. Hete ahí que haya hilvanado sexenios en titularidades administrativas.
Fue en el deporte, gracias a su pasión futbolera, donde creció el abanico de amigos de César.»… Apunto Vega Martínez.
En su andar en el balompié El Contador, como lo conocían en este ámbito Don César Rosado Moguel, tuvo un paso que lo llevo a ser el mayor precursor de los equipos de ascenso en la estructura del fútbol «profesional», es decir la cuarta y la quinta división, con los planteles Jaguares y Chicleros de Chetumal, equipos que hoy son cantera natural del equipo de Tigrillos de Chetumal en la Tercera División y de donde han salido varios jugadores para filiales del Sureste y del País, así como jugadores que en su oportunidad fueron visoreados por equipos de Primera División y que hoy tienen la oportunidad de militar en estos planteles en sus niveles de formación.
A estos legados se le suman al Contador César, la cereza de su pastel, la corona de su reinado en su paso por esta vida terrenal, la promoción, formación y ejecución del Torneo de los Barrios de Fútbol, donde junto con patrocinadores locales a quienes logró convencer de la importancia de llevar a todos los rincones de la Capital del Estado la oportunidad de que los niños y jóvenes participen en un circuito.
Lo consiguió y durante muchos años ha sido el orgullo del balompié chetumaleño, dejando a cuestas de las generaciones venideras un trabajo difícil, pero que se espera que alguien continúe con su este legado.
Hoy el balompié capitalino está de luto, lo del César al César… Dios lo tenga en su Santa Gloria…