Por Malixpek
Tras arrebatarle el control del poder legislativo a los priistas, el PAN y el PRD mayoritariamente, tienen ahora en frente un gran reto, no sólo está la agenda legislativa que ambos presentaron previo a su asunción, sino demostrar que no actúan con el hígado, y sí por Quintana Roo.
Antes de rendir protesta como diputados, los legisladores del PAN anunciaron que los ejes rectores de su trabajo legislativo, serán poner las bases para una nueva relación entre los poderes y la ciudadanía, garantizar rendición de cuentas, combate a la corrupción, calidad de vida, desarrollo sustentable, e inclusión de las personas en condiciones de vulnerabilidad.
Encabezados entonces por el ahora presidente de la Gran Comisión, los azules plantearon su ideario legislativo: leyes y reformas, no borrón y cuenta nueva, revertir lo que han denominado «el paquete de impunidad», acabar con el fuero e instalar la revocación del mandato, de entrada.
También anunciaron que reformarán la Ley de Participación Ciudadana, que se tendrá un parlamento abierto, se trabajará sobre temas como vivienda, derechos humanos, libertad de expresión e incentivos que se desprenden de las leyes vigentes.
Para darle competitividad al Estado, revisarán la Ley de Desarrollo Económico, Ley de Turismo, Ley de Fortalecimiento a las Actividades; Ley de Derecho, Cultura, y Organización Indígena, y la Ley para fomentar la donación altruista de alimentos.
Los perredistas no se quedaron atrás, y coincidieron con sus compañeros azules en un proceso de revisión del marco legal actual, en donde la participación de la sociedad sea la columna vertebral, poniendo énfasis en el control del gasto y eliminar los privilegios.
El primer tema de los perredistas es revertir la «Ley Borge», después, transparentar el Congreso transmitiendo en vivo las sesiones, revocar la concesión de Aguakan, eliminar el fuero del gobernador, diputados y servidores públicos, modificar la ley del SQCS, igualmente la de derechos humanos, incorporar la figura de Audiencia Ciudadana, entre otros puntos.
Sin duda alguna, ambas agendas legislativas son, por mucho, muy interesantes. De concretarse, ya no digamos todo, sino, cuando menos dos iniciativas, el beneficio sería para miles de quintanarroenses.
Por lo pronto, PAN y PRD (más azules que amarillos) ya tienen el control del Congreso y en el horizonte no hay ninguna mosca que les moleste, pues alejaron de toda posibilidad a sus adversarios políticos.
Bajo este escenario, lo único que les queda demostrar es que no están actuando con el hígado, que no le vendieron espejitos a la sociedad, y que hay una verdadera intención de cambiar las cosas en Quintana Roo para bien.
La continuación de una batalla política, sería bizantina. Solo queda dejar entonces correr los días y esperar que el poder no los maree y terminen siendo la misma gata, sólo que revolcada
12 de septiembre 2016