Por Malixpek
“El poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”, esta es una cita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador que se aplica y encaja bien a muchos políticos y “servidores” públicos.
Y viene a colación por la jiribilla que ya se armó en torno a las conductas que adoptó en su calidad de funcionario Héctor Martín Carrillo como Director de Giras de la Coordinación General de Comunicación Social en la administración de Carlos Joaquín.
Por lo general, nunca se ve a un “periodista” defender a un funcionario; por el contrario, dado que la función básica de quienes trabajan como periodistas es cuestionar.
Y es válido manifestar apoyo, como lo es señalar y revelar lo que hay debajo la alfombra, cada quien habla de acuerdo a como le fue en la feria; sin embargo, no todos los que pudieran emitir una opinión estuvieron y fueron partícipes de la fiesta.
Y si de su trato y carácter se refiere, para muestra la siguiente historia.
Hace algunos ayeres, cuando la era de Joaquín Hendricks, su Vocero, cometió el error de nombrar a Héctor, Director de Información. El hombre, enloqueció, y en menos de 24 horas, ya tenía en su contra a toda la plantilla laboral.
A tal grado llegó su trato déspota y tiránico que no se habían cumplido las 24 horas cuando su cabeza rodó, para regresar a su trabajo de reportero. Testigos del hecho, son varios trabajadores que permanecen en esa oficina.
En la administración de Félix González y de Roberto Borge, ninguno de los voceros cometió el error de darle poder. Ya sabían que pasaría.
Apenas iniciada la administración de Carlos Joaquín, con Haidé Serrano como jefa, Héctor Martín adoptó la actitud que marcaría su pasó en esta administración.
Los reporteros que cubren la fuente, recuerdan lo ocurrido a principios del sexenio pasado, a finales de octubre de 2016, cuando personal de la Vocería, entre ellos, Héctor Martín y Gustavo Guarneros agredieron a una compañera y a un compañero.
Este comportamiento fue sistemático durante los últimos seis años. Sólo la cuchara conoce el fondo de la olla, y la olla misma.
“El poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”, de eso no tengo la menor duda; lamentablemente, los locos no saben que lo son, aún tuvieran todas las pruebas en las narices.
En el amanecer de una nueva administración estatal, con nuevas actitudes y nuevas visiones de lo que debe ser la relación entre los medios y el estado, lo menos que se debe buscar, es a funcionarios que puedan con esa misión.
Para ello, se requieren verdaderos soldados que practiquen y comulguen con esos ideales; y no dejar margen a que los tránsfugas del régimen pasado se incrusten con todos sus vicios.
El mejor ejemplo lo tienen en la Gobernadora Mara Lezama de trayectoria amplia en medios de comunicación… ¿es necesario decir algo mas?.
Hasta la próxima.