*A la hora de la hora se verá una realidad que amenaza con poner en jaque no sólo a las autoridades involucradas sino a la misma sociedad
Por Mario Castillo Rodríguez
Chetumal.- A pesar de que tanto las autoridades municipales como el propio secretario general del Sindicato Único de Choferes de Automoviles en Alquiler (Suchaa), Rafael Zetina Galván, han manifestado en sendas declaraciones que los espacios que actualmente son ocupados por las combis de dicho gremio sindical serán cedidos sin mayores contratiempos a las unidades de transporte urbano una vez que estas entren en operación (a más tardar la próxima semana), la realidad es que los choferes de las colectivas no ven con buenos ojos estas determinaciones.
Lo anterior, que es algo que pocos han analizado y manifestado de manera abierta, podría generar un conflicto de alcances mayúsculos ya que reunidos bajo sus unidades de trabajo los chafiretes -que diariamente transportan de las colonias a dicha terminal que se encuentra a un costado del Mercado Viejo cerca de 20 mil personas al día; de un total de 40 mil chetumaleños que dependen del transporte público-, se han manifestado en contra ya que esto lacera de forma considerable su economía.
Muchos de los inconformes –número que gira en torno a los 80- han llamado a esto incluso como una traición de su líder sindical, al mencionar que “ya amarró con las autoridades municipales y Sintra para quedar bien mientras a nosotros nos va llevar la chingada, nos van a correr de un lugar donde por años hemos permanecido prestando servicio al usuario para dárselo a esas pinches empresas foráneas que sólo viene por épocas a robarnos lo que es nuestro”.
Cabe destacar que el día de ayer representantes de los conductores y del Suchaa se reunieron con el secretario general del ayuntamiento capitalino Jorge Aguilar Cheluja, para Acordar que el sitio será removido de la avenida Belice a la calle Mahatma Gandhi entre Belice y Benito Juárez, empero, el reclamo gira en torno a que tras cerca de 20 años ocupando este espacio el sindicato en mención jamás se dio a la tarea de regularizar el paradero que hoy es tema de discordia.
Es evidente que aun y cuando de entrada los conductores de las combis se comportaron de manera mesurada, a la hora de la hora se verá una realidad que amenaza con poner en jaque no sólo a las autoridades involucradas sino a la misma sociedad que diariamente hace uso del transporte colectivo. Sin pasar por alto a los comercios formales e informales que se dan cita en esa zona.
Todo esto, muy al estilo de los taxistas capitalinos, que en aras de defender su territorio no se detienen con nada. Y esta no es una apreciación particular, mucho menos pesimista, sino que es una realidad que evaden propios extraños, que se comenta a viva voz y que esperamos no nos agarre desprevenidos como sociedad, pues a final de cuentas la ciudadanía es la que siempre resulta más afectada en las luchas de los grupos que se disputan los espacios y el poder.