Por: Herlindo Vázquez
Chetumal.- Por incumplir con las normas mínimas de sanidad, dos pollerías de Chetumal fueron clausuradas ayer. El operativo de la Dirección de Salud Municipal de Othón P. Blanco continuará y el número puede aumentar.
Asimismo, en Tulum la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) suspendió ocho establecimientos por situaciones similares.
Las acciones son para garantizar que no haya riesgos a la salud de los clientes, afirmó el presidente municipal de Othón P. Blanco, Eduardo Espinosa Abuxapqui.
El deceso de un menor de dos años e intoxicación de 12 habitantes de la comunidad de Melchor Ocampo, Bacalar, derivó en tales operativos.
El presidente municipal de Othón P. Blanco indicó que el fin de los operativos es garantizar la salud de los clientes.
“Se detectaron irregularidades desde el sacrificio de los animales hasta su manejo y venta del producto”, expuso.
Los propietarios de expendios de alimentos así como el personal que manipula estos productos tienen la obligación de garantizar que el lugar, los equipos y utensilios sean aptos para la preparación de los productos bajo escritas medidas de higiene a fin de evitar riesgo de salud a los consumidores señaló el coordinador de verificadores de la Cofepris, Ángel Sánchez Fernández.
Enfatizó que las medidas de higiene representan las medidas y condiciones necesarias para controlar los peligros y garantizar la aptitud para el consumo humano de un producto alimenticio teniendo en cuenta que quien manipula estos productos debe contar con su tarjeta de salud y haber asistido a cursos de capacitación.
Los manipuladores de alimentos deben conocer y aplicar las normas de higiene personal, utilizar los equipos de trabajo correctamente, tener los conocimientos mínimos de conservación de los alimentos y su refrigeración, y como prevenir la contaminación de esos productos a fin de evitar las intoxicaciones alimenticias a los consumidores.
Sánchez Fernández indicó que la mayor parte de los dueños de los negocios de este giro brindan las facilidades a los verificadores sanitarios para que puedan llevar a cabo su labor ya que la obstrucción a estas acciones representan un delito federal. En estos momentos, dijo, se prepara la denuncia respectiva en contra de una persona que impidió el acceso de los inspectores de la institución.
Mencionó así mismo que los casos de suspensión de actividades del establecimiento a los propietario se les da un plazo para corregir las anomalías tras lo cual en caso de no cumplir se procede a la clausura.
Algunas personas que se han visto afectadas por estas medidas preventivas buscan acusar a los inspectores de pedir una “cooperación” para hacerse de la vista gorda, sin embargo estos señalamientos han sido todos falsos ya que durante las verificaciones se les hace del conocimiento a las personas responsables de esos lugares que pueden acudir a las oficinas jurisdiccionales o centrales para interponer o denunciar alguna irregularidad durante la inspección y hasta la fecha no se registrado ninguna queja formal.
Antes de concluir informó que en esta semana a la fecha se han supervisado 43 establecimientos de venta de alimentos en Tulum de los cuales fueron suspendidos 8 por incumplir la norma 251 y demás disposiciones sanitarias aplicables. A los propietarios se les indicó que deberán corregir las anomalías para que se les pueda levantar la suspensión de actividades.