Por Julián Puente
Chetumal.-Autoridades de la secretaria de salud pidieron a la población acudir al médico cuando presenten algún signo de estrés y recomendaron estar muy atentos al estado de ánimo irritable de algún integrante de la familia, a la pérdida de placer en las actividades habituales o dificultades para concentrarse, pues podrían ser síntomas de una depresión.
En este sentido, Juan Lorenzo Ortegón Pacheco, titular de la dependencia de salud informó que la dificultad para conciliar el sueño, cambios de apetito y pérdida de peso, junto con el cansancio y falta de energía, movimientos lentos o rápidos, sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa, desesperanza e idea suicida, pueden ser otros síntomas de la depresión y alertas que se deben tomar en cuenta.
Explicó que las formas más comunes de depresión pueden ser episodios depresivos, trastorno afectivo bipolar que es la exaltación del humor hasta disminución del sueño, distimia que es un estado de ánimo crónicamente deprimido y trastorno del humor considerado una forma suave de trastorno bipolar.
Algunos factores causantes de la depresión son el alcoholismo o drogadicción, enfermedades graves como el cáncer, dolores prolongados, problemas para dormir, enfermedades familiares, pérdida del trabajo, aislamiento social y situaciones estresantes de la vida.
Entre las consecuencias se encuentra el descuido personal y de los menores a cargo, conflictos con la pareja, familia y laborales, así como la idea del suicidio, agregó que los tratamientos pueden ser farmacológico, con psicoterapia individual, familiar, de pareja y conductual y rehabilitación psicológica y social.
Ante tal situación Ortegón Pacheco hizo un llamado a las familias para que conozcan las medidas de prevención de estos trastornos y puedan apoyar en la atención de alguno de sus integrantes.
Detalló que factores como descuido en el embarazo, alteraciones post parto, alteraciones durante el desarrollo de la niñez, eventos traumáticos, como accidentes, un traumatismo cráneo encefálico, hasta eventos traumáticos de pérdida, desintegración familiar y violencia, generan estos padecimientos.
Para el caso de los daños emocionales que presentan los niños y jóvenes, es necesario realizar una adecuada valoración neurológica consistente en exámenes de tomografía, encefalograma y pruebas psicológicas que proporcionen información sobre cómo un infante percibe su entorno y en qué medida le afecta el medio familiar, escolar y social inmediato.
Finalmente dijo que los adultos, en el caso de nuestro país, son quienes padecen con mayor frecuencia de estrés o tensión, a causa de dificultades económicas, presiones laborales y familiares, así como por la creciente inseguridad y delincuencia.