*Intensa ola de calor de la canicular provoca agresividad en abejas africanizadas.
*Ganadero de Otilio Montaño casi muere víctima del ataque de enjambre.
*La apitoxina es el veneno de abejas es poco mortal, aumenta riesgo por cantidad de picaduras o por alergia de víctimas.
Por Salvador Pérez Hernández
Bacalar- Este calor sofocante que ha acompañado a la canícula, trajo consigo una alteración de abejas africanizadas; que son un peligro para los seres humanos, por lo que se alerta a extremas precauciones ante la presencia de estas abejas, quienes ya dieron muerte a un ganadero de la comunidad de Rio Verde; originario de la comunidad de Nuevo Tabasco en el municipio de Bacalar.
En otro evento del día domingo 10 de agosto, en el rancho ganadero de Gregorio Mendoza en la comunidad de Canaán, el ganadero Tito Mendoza fue víctima casi mortal de un ataque de enjambre de abejas, lo que demuestra el peligro que representa la presencia de enjambres de abejas africanizadas.
La víctima mortal de picadura de abejas se dedicaba a la ganadería y al parecer ignoraba la alergia a las picaduras de las abejas, lo que causó su muerte, razón por la que ante la presencia de abejas se deben de extremar precauciones, ya que de una simple picadura se puede desencadenar un ataque masivo de cientos a miles de abejas.
Muchas personas de la zona rural han sido víctimas de ataques de abejas africanizadas y es sabido de caballos y mulas que han quedado ciegos o muertos por el ataque de enjambres.
La apitoxina es el veneno que se inyecta a través de “El aguijón”, este y el veneno de la abeja constituyen una defensa para la colmena; El aguijón sigue en movimiento tras ser desprendido a posteriori de la picadura, y se puede ver a la bolsa de veneno latiendo y bombeando el mismo hacia la víctima. Estas estructuras tienen una punta semejante a los anzuelos para pesca. Por ello, lo más práctico en este caso –para la víctima- es retirar el aguijón con el borde de la uña, cuidando de no exprimir la bolsa de veneno.
Para muchos pequeños animales este veneno es mortal, a nivel tóxico, una picadura es intrascendente pero el aumento de dosis puede ser mortal de acuerdo a la sensibilidad de quien recibe las picaduras, al tamaño de la persona, al tipo de abeja, etc. Es sabido que hay diferencias en la cantidad de veneno de acuerdo a la raza de abejas.
El caso al alérgico al veneno de abejas es totalmente distinto, ya que la reacción es desproporcionada a la cantidad de picaduras, y aquí se impone el tratamiento médico urgente, pudiendo salvar la vida una inyección de algún corticoide, como el decadrón, por lo que las personas alérgicas deberán extremar precauciones ante la presencia de abejas.
La alergia a picaduras de abejas produce la clásica tétrada de dolor, calor, rubor y tumefacción. También se libera la bradiquinina, responsable del dolor, y el ácido araquidónico, que colabora en los procesos anteriores. Resumiendo, la picadura de abejas produce inflamación, dolor, estimulación del sistema inmunitario y puede producir reacciones de hipersensibilidad (alergia).