Chetumal.-Cansados de las detenciones arbitrarias que de manera permanente ordena a sus subalternos de la Policía Municipal Preventiva (PMP) de OPB, habitantes de la zona baja de Chetumal solicitan la intervención de las autoridades municipales a fin que investiguen o cambien de sector al comandante “Escorpión”.
En una larga charla con el representante del puntosobrelai.com, los quejosos sostienen estar harto de aguantar las tracaladas del comandante de la PMP de OPB, quien presume ser “compadre” del comisionado, Gumersindo Jiménez Cuervos.
“Ya no sólo estamos asolados por la delincuencia sino que también de los policías municipales quienes a bordo de las motocicletas con número A-1 y A-2, acosan y extorsionan a los transeúntes, pues reciben indicaciones de su jefe de sector”, comentó Javier U. T, uno de los afectados.
Agregó que por razones obvias y temor a represalias por estos elementos que uniformados y con armas de fuego se creen “intocables”, muchas personas que han sido víctimas, prefieren callar y no desenmascarar a los policías corruptos que a cualquier hora del día extorsionan a los ciudadanos.
Comentó que mientras los policías municipales adscritos a este sector se dedican a perseguir a los automovilistas y personas que transitan por el bulevar bahía, las colonias de la parte baja de la ciudad figuran inseguras, “pues ya vieron la manera fácil de obtener dinero a base de la extorsión”, dijo.
Mencionó que los policías municipales a bordo de estas dos unidades A-1 y A-2 le pasan informes al comandante con clave “escorpión”, quién seguidamente ordena detener a las personas que no cooperan “para los refrescos”, aseveró el declarante.
Cabe señalar que no es la primera ocasión que citado comandante se ve inmerso en problemas de este índole, también se le vincula con el grupo de Policías Municipales que las madrugadas de los días de fin de semana “asaltan” a las parejas que se parquean en el bulevar bahía, después del estacionamiento de la Uqroo, a quienes sobornan bajo la presión de meterlos a la cárcel por haberlos pescando haciendo actos inmorales en la vía pública.