Por Mario Castillo Rodríguez
No cabe duda que hay personajes de la política que piensan que la gente es idiota, que imagina que de la noche a la mañana se borrara esa enorme estala de corrupción y desgobierno que dejaron a su paso por algún cargo de elección popular, y en esta enorme lista de ilusos y sinvergüenzas se encuentra el ex presidente municipal de Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio , quien en descarada afrenta a la clase política en turno ha externado sus deseos de participar por una diputación federal en el próximo proceso.
Y es que hay que ser muy cínico, o de plano muy iluso, para imaginar que después de encabezar una de las administraciones municipales más catastróficas y despreciables en la historia de Quintana Roo, se piense que el partido en uso del poder (PRI), ponga sus ojos en un personaje que dejo por los suelos la imagen de los chetumaleños, que no sólo defraudo la confianza de todo un pueblo, sino al apellido Villanueva que tanto reconoce la sociedad quintanarroense dado la estima que tiene hacia su padre el ex gobernador Mario Villanueva Madrid.
O acaso ya se le olvido al ex edil que la mentira, las promesas incumplidas, la rapiña, la corrupción y el desgobierno fueron el sello de un trienio que pasó con más penas que gloria, y que por muchos años quedará grabado en la memoria de los othonenses como el más nefasto y despreciable.
con que cara viene hoy a decir Villanueva Tenorio: “No son los tiempos políticos para hablar de posicionamientos personales o de aspiraciones, en su momento el partido convocará y buscará los mejores perfiles, no me descarto porque todos tenemos aspiraciones políticas pero esperare a que mi partido decida quién sería el mejor perfil”.
Y por si fuera poco, el cuestionado ex alcalde quiso darse a ver como el más disciplinado de los priistas al señalar ante los medios: “Sabemos que vienen procesos electorales, tenemos que sumarnos directamente a las acciones del partido para empezar a trabajar en las políticas que a nivel partidista nos indica el PRI desde nivel nacional y en el estado, para eso nos coordinaremos con el diputado federal Raymundo King, coordinador general de activismo político del PRI”, este último por cierto también despreciado por la sociedad quintanarroense ante su deplorable trabajo legislativo.
La realidad es que Carlos Mario no es la mejor figura como para pensar en una encomienda de elección popular como la diputación federal, mucho menos cuando es del dominio público que carece de la simpatía del primer priista del estado, quien es el que mueve los hilos y encabeza las decisiones a la hora del reparto de candidaturas.
Solo un milagro podrá conceder al ufano ex presidente municipal su deseo de participar en la contienda federal venidera, pues no hay que pasar por alto que antes de él hay muchos otros que aspiran a dichas posturas, y que para su mala suerte, no son figuras con una imagen tan desgastada y despreciable como la suya.
“Se vale soñar”, esa es la idea y no hay porque quitarle el gusto, pero de ahí a que la sociedad caiga de nuevo en sus mentiras y engaños, sería como pensar en la catástrofe priista, al menos en el distrito por el que tocase contender al cínico ex munícipe capitalino.
Con las nuevas reformas que cayeron como balde de agua fría a una sociedad quintanarroense de por si abatida con la crisis, la realidad es que “el horno no está para bollos” y el Partido Revolucionario Institucional requiere hoy de figuras garantes de triunfos, de cuadros políticos rentables y vendibles a los ojos del pueblo, empero, a Carlos Mario Villanueva, la gente no lo quiere ni regalado.
Ahora bien, si fue una broma la declaración hecha por el ex alcalde ante los medios de comunicación, hay que reconocer que tiene muy buen sentido del humor, pues no dudo que a más de uno de los políticos en turno se le haya escapado una nutrida carcajada con tan ilusas y ambiciosas palabras. (ja, ja, ja, ja …). ¡Perdón; fue imposible evitarlo!