Por Nicolás Lizama
Los milagros existen.
Quién lo dijera, este caballero, Wilberth Alberto Batun Chulim, ex legislador local, que no pintaba para gran cosa, hoy es flamante diputado federal.
Mínimo, tiene garantizado tres años de pasarela y de abundancia económica, a diferencia de miles de paisanos que, quizá mejor capacitados para desempeñar ese tipo de chambas, tienen que laborar hasta como choferes de taxi para poder llevar el pan a casa.
Así es la vida.
Los suertudos en jauja y a los demás que se los lleve la tiznada.
Es evidente que en esta vida más vale estar cobijado bajo una buena “sombra”, o sea, tener un buen padrino, porque todo lo demás vale un soberano cacahuate.