Después de comenzar en punto de las 11:30 de la mañana del miércoles la discusión de la ley, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular el dictamen.
El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular, el dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para el Ejercicio Fiscal del 2015, con ello se pretenden obtener un monto histórico de ingresos presupuestarios por cuatro billones 702,951 millones de pesos.
Ayer, en punto de las 11:30 de la mañana los diputados comenzaron a discutir el dictamen, el cual contempla modificaciones a la propuesta original que mandó el Ejecutivo Federal el pasado cinco de septiembre.
Luego de dos horas y media de discusión, con una participación de 463 legisladores, se votó en lo general el dictamen con proyecto de decreto de la LIF del 2015, mismo que entregó ayer la Comisión de Hacienda y Crédito Público (CHCP), que preside Damián Zepeda.
La primera votación tuvo el siguiente resultado: 427 votos a favor, una abstención, y 35 votos en contra; el decreto aprobado incluye cambios en el precio del petróleo y el tipo de cambio.
Así, el precio del petróleo crudo de exportación se ajustó a la baja de 82 a 81 dólares por barril, y la cotización del tipo de cambio se elevó de 13 a 13.4 pesos por dólar.
Con estas modificaciones se pretenden incrementar los ingresos totales por 26,713.9 millones de pesos, derivado de mayores ingresos por eficiencias recaudatorias y aprovechamientos.
En consecuencia, se aprobó un monto de recaudación federal participable por dos billones 310,415.1 millones de pesos; cifra superior en 2,238.5 millones de pesos a la propuesta del Ejecutivo.
Durante la discusión, uno de los temas más polémicos entre los legisladores -que representan a seis partidos políticos- fue el de la deuda pública de México del próximo año.
El dictamen plantea un endeudamiento interno de 595,000 millones de pesos, y una deuda externa de 6,000 millones de dólares.
Situación que para Ricardo Mejía Berdeja, diputado del partido Movimiento Ciudadano (MC), es alarmante, pues dicho planteamiento generará un endeudamiento al país de 1,850 millones de pesos diarios.
«No podría estar a favor de la ley de Ingresos pues es una mala copia de la ley del año pasado. Quienes aprueben esta ley, van a aprobar un endeudamiento para México de 1,850 millones de pesos diarios situación que empeorará el momento económico que enfrenta el país», declaró.
Juan Bueno Torio, integrante del Partido Acción Nacional (PAN), expuso que en los primeros tres años del actual gobierno, de concretarse la propuesta de pedir 730,000 millones de pesos en el 2015, se estaría endeudando al país con 8% del Producto Interno Bruto (PIB).
Ahora bien, una vez que el dictamen fue aprobado en lo general, el Pleno discutió en lo particular 116 artículos reservados del proyecto de decreto de la LIF del 2015; las cuales después de siete horas, por votación unánime, quedaron desechadas.
Los artículos reservados tocaron temas referentes al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas, así como el endeudamiento del país; el límite de las deducciones personales; el impuesto a la minería, el Impuesto al Valor Agregado (IV) en la frontera, y eliminar los IEPS a bebidas saborizadas, entre otros.
En tanto, 66 reservas estuvieron a cargo del Partido Acción Nacional (PAN); 25 correspondieron al Partido Revolucionario Democrático (PRD); el partido Movimiento Ciudadano (MC) expuso 18 artículos.
Además, cinco reservas corresponden al Partido del Trabajo (PT), únicamente dos artículos corrieron a cargo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Sin tanto circo, maroma y teatro, y con una nula atención por parte de los legisladores que se encontraban sentados en sus curules, se aprobó, después de una sesión de 10 horas, el dictamen de la Ley de Ingresos para el 2015.
Y, tal parece que los legisladores cumplieron con el mandato del Ejecutivo al respetar el acuerdo de Certidumbre Tributaria en beneficio de la población, pues no hubo ningún cambio en materia tributaria.
La minuta será enviado al Senado de la República para su evaluación, mismo que tendrá que ser aprobado antes del 31 de octubre; cabe resaltar que el análisis y negociación sólo tomo escasas seis semanas, convirtiéndose así en la negociación en San Lázaro más rápida de la historia.