Al igual que el rock, 1000 Stories cautiva a los sentidos con su autenticidad, compartiendo un espíritu rebelde y una dedicación a la artesanía.
Ciudad de México. A lo largo de la historia de la humanidad, la música ha transformado lo que somos y cómo vivimos. Y, de un modo u otro, también refleja el contexto de cada instante, cada momento y cada etapa de lo que somos. El 13 de julio se celebra a uno de los géneros musicales más influyentes y populares de todos los tiempos, que sin duda ha dejado una huella indeleble en la historia de la música, además de ser el género más escuchado a nivel mundial: el rock.
El espíritu del rock es pasión y rebeldía; es la combinación de talentos y estilos, de personajes que por sí mismos saben lucir, pero que en conjunto producen una poderosa energía. Si se tuviera que hacer una analogía, un músico es como el enólogo que ha tenido la visión y el entendimiento de cómo cada acorde, cada armonía y cada nota se unen para crear algo extraordinario.
Al igual que el rock, 1000 Stories cautiva a los sentidos con su autenticidad, compartiendo un espíritu rebelde y una dedicación a la artesanía. 1000 Stories es mejor conocido por su proceso de elaboración único, en el que se añeja en barricas de bourbon, creando sabores audaces y distintivos en cada sorbo. Es una experiencia multisensorial que evoca la emoción y la energía que se sienten al escuchar una poderosa canción de rock.
En el Día Mundial del Rock, mientras los fanáticos se reúnen para celebrar la música que tanto aman, también pueden disfrutar de un buen vino como 1000 Stories, la elección perfecta para acompañar las melodías inolvidables y los ritmos frenéticos que han dado forma a la historia del rock y celebrar los momentos memorables que han influido en nuestras vidas.
Tanto 1000 Stories como el rock nos invitan a vivir el momento, a disfrutar de la buena música y brindar con amigos en honor a la creatividad y la expresión individual.
