Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias
La perversidad política no tiene límites; todo sea por alcanzar el poder por el poder, no para que este sirva a la gente, sino para servirse ellos mismos (los políticos) del presupuesto que llega al municipio, estado, país, o cualquier ente público que administra los impuestos.
Quintana Roo no esta exento de ello, bajo la simulación de una austeridad Republicana, tomado del concepto juarista, inician los pretextos de que no puede hacerse esto o aquello por falta de recursos, pues los que estuvieron antes que ellos, fueron unos conservadores ladrones que se llevaron todo, que olvidaron a la gente, que los critican porque quieren regresar por sus fueros.
Se les olvida a este tipo de políticos, que ellas y ellos mismos son productos de ese sistema que critican, pues antes que llegaran al poder ya había escuelas, hospitales, vías de comunicación, parques recreativos, medicinas y toda serie de andamiaje que permitió al País transitar a la modernidad.
Hoy la corrupción esta mas arraigada que nunca, pues si los llamados conservadores tuvieron mas de 30 años ejerciéndola, los que acaban de llegar solamente les basta dos años para acabar con todo un presupuesto como el de Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana), donde ya hay mas de 20 funcionarios bajo proceso.
Pero la descomposición va más allá, pues también hay perversidad en las acciones que realizan, según a favor de la gente. Como lo sé, le invito a que haga un análisis de lo que usted podía adquirir con mil pesos en el 2018 y lo que ahora puede adquirir con esa misma cantidad, son un ochenta por ciento menos de productos los que recibe al pagar en cajas.
Pero en fin, mientras la gente siga aplaudiendo, los payasos seguirán actuando, porque en eso se ha convertido la política, en un verdadero show en el que unos simulan ser honestos y otros, al ser partícipe de esa corrupción al recibir su apoyo, callan como momias. Ahí se las dejo…
SASCAB
La pasada entrega hablamos sobre el tema de Jorge Brizuela Guevara, el venezolano que fungió como vicegobernador en el gobierno de Carlos Manuel Joaquín González. Si el exgobernador ahora embajador en Canadá tuviese un poco de decencia, pues dejaría el cargo para enfrentar la justicia, no solo la divina, sino también la terrenal. Al tiempo…
